El Profeta Gonzalo Arango

NADAISMO VS ACADEMIA

Para mis amigos que son la comunidad académica que me avala

Abstract a manera de precaución
Esta ponencia no tiene la intención de que usted saque su libreta de apuntes. Si usted es un público serio y exigente le recomendamos que lo tome como un chiste, como un comentario de pasillo, de esas charlas que no cambian el mundo. Sin embargo le advierto que puede sentir los siguientes síntomas: aburrimiento, dispersión, ganas de salir a tomarse un café, confusión porque pensó que estaba en un foro de filosofía y no en una convocatoria de cínicos que huyen de la verdad. Así que pueden acomodarse en sus sillas, fumarse un cigarrillo y distensionar el cuerpo porque esta ponencia no pretende indigestarle el cerebro ni generarle retorcijones epistémicos. Esta ponencia nadaista no pretende que usted sienta que está aprendiendo algo universal, al contrario queremos que sienta que no está aprendiendo nada, o mejor dicho que está aprendiendo NADA. ¿La nada se aprende preguntarán los profesores más racionalistas? Y nosotros diremos que la nada es lo único que sabemos porque conocer el todo ha sido una ilusión y un fracaso. Por eso vemos en la literatura la única posibilidad de afirmar la nada abierta de posibilidades y no el todo cerrado a la imaginación. Por eso estamos en contra de esa forma de escritura que pretende imponerse sobre la voz de estudiantes y profesores, esa literatura pretensiosa que es la literatura académica actual; escritura muerta, inauténtica y parlanchina que olvida lo esencialmente ficticio de toda interpretación humana. Ese molde que es regido por jueces de la verdad pretende disciplinar todas las escrituras, todas las metáforas, todo cuerpo de palabras para uniformizarlos en un discurso estándar (mentira que se repiten para alcanzar su más anhelada ficción de objetividad) y luego ser vendidas en el tráfico esclavista de las ideas patentizadas. Ese régimen de escritura literalmente impuesto a las malas para poder ser reconocido y para poder medir tus conocimientos desconoce que los grandes aportes de la filosofía no fueron escritos precisamente con normas ICONTEC. Han olvidado que la filosofía de Platón es una dramaturgia, que Parménides viajó a la verdad en un poema, que no leemos los ensayos de San Agustín sino el diario de San Agustín y que la obra de Descartes en verdad es un monólogo. Por eso afirmamos el carácter filosófico de la literatura, de una filosofía no universalista sino vital, de una filosofía que no conquista con argumentos meramente racionales sino también pasionales. El Nadaismo le ha dedicado la guerra a ese tipo de dictadura, la academia, porque ésta también es un ídolo y tiene que ser derrumbado.

**********

¡Manos arriba, catequistas!

¡Despierta rebaño de especialistas que os espera la cárcel de las oficinas y la dictadura de los colegios!

El mundo echa fuego afuera mientras vosotros os congeláis en las altas torres de vuestros claustros.

Los libros que no dan la vida son alimento de polillas.

Nuestro pensamiento no puede seguir siendo una casa de citas donde las bibliografías actúan como grilletes de erudición.

Si la filosofía no cambia su manera de hablar, la literatura se convertirá en la nueva forma de decir la filosofía.

Platón se ha quedado ciego con la luz de la verdad y ahora busca a tientas una caverna de mentiras.

La Crítica de la Razón Pura ya no sirve ni para trancar las puertas.

La lógica nos hizo ver un árbol como A y a sus frutos como B y en su implicación nos robó el orgasmo jugoso de la vida.

Las universidades se han tornado claustrofóbicos panópticos a donde venimos como obreros a martillear nuestros cerebros que corren como ratones adictos al café y al cigarrillo.

El alma mater, esa ágora de los saberes adonde deberían abrevar todas las almas sedientas del fáustico deseo de conocimiento, ese recinto donde los hombres se hacen libres para salir a la calle a incendiar los templos de la opresión se ha convertido en una fábrica de ideas empaquetadas en normas APA.

El conocimiento del hombre se mide en términos de producción de textos indexados y publicaciones. Los investigadores ahora son obreros de la academia que les obliga a satisfacer la demanda de productos que son juzgados categoría A o B por ese Tribunal del Santo Oficio que es COLCIENCIAS, el mismo que vende patentes a multinacionales para mejorar la extracción de hidrocarburos,
Mientras lo que aprende el hombre en los pasillos, en el hampa, en los burdeles, en las barricadas, en las alcantarillas, todos esos conocimientos son solo poesía barata para publicar en revistas alternativas que máximo alcanzan dos ediciones.

No queremos eso para nuestras vidas que no tienen norte ni sur,
Nosotros andamos buscando algo más entre los libros,
aliento y sangre,
locura y vida,
fuego y huracán,
No queremos ser las vacas sagradas de la academia que llevan una biblioteca en sus cabezas pero no saben hacer el amor.
Nos encanta fumar marihuana en los pasillos mientras otros se fuman la Fenomenología del Espíritu.
Nos entretenemos haciendo poemas al atardecer mientras otros hacen torres de babel a punta de reglas de implicación y equivalencia.
Nos gusta llegar borrachos a clases para dudar de todo fundamento de la realidad y dormir desvergonzadamente en el pupitre del escepticismo.

Han pretendido inútilmente domesticar al nadaismo en el redil de la academia.
Hay estudios, artículos, investigaciones, tesis y especialistas en nadaismo, algo así como ‘nadaismólogos’.
Pero aunque abran cursos, maestrías e incluso, universidades nadaistas, el nadaismo nunca se podrà encontrar en una clase de dos a seis.
El nadaismo está afuera, en el mundo, en el contacto de las pieles sudorosas que danzan bajo el influjo embriagante de un metafísico aguardiente.
El nadaismo no quiere un diploma, el nadaismo quiere morir sabiendo nada.

Cogito ergo pum.


*Este texto fue leído para la inauguración de la jornada nadaista durante el XVI foro interno de filosofía y letras de la Universidad de Caldas en Manizales.